viernes, 18 de noviembre de 2011

Un momento

El cielo semejante al mar en calma,
sin olas reflejo azul claro,
y el sol brindando su calor,
como un sabio con gran equilibrio,
atravesados a la manera de ríos de montaña,
por extraordinarios, apacibles,
meditabundos soplos del viento.
y las hojas de los árboles,
acompañando sus serenos pensamientos.

Las pequeñas aves,
trazando indeterminadas líneas,
y a veces graciosos, sus planeos,
nadando en la profunda reflexión,
del viento.

En aquella arboleda,
un grupo bullicioso de chingolos,
conversando alegremente
a la manera de alegres niños,
en un parque de diversiones,
cantando todos juntos.

Este movimiento virtuoso,
se manifiesta en paradisíaca armonía,
nada, es posible detener,
tan sólo para observar un poco más,
no es posible al reloj de arena,
detener un pequeño grano más.

Quizás como el vuelo de una paloma,
cuando lo hace veloz como una flecha,
que al querer señalarla en su recorrido,
ya no está allí,
sino allá lejos,
casi tocando sus alas el cielo calmo,
de color azul claro.

4 comentarios:

Jyosti dijo...

Un poema súper descriptivo, vas diseñando una secuencia de imágenes que se funde con la naturaleza y hacen de este momento un preludio perfecto. Te mando un gran saludo.

Gustavo dijo...

Muy lindo el relato. Una verdadera armonia. Una paz absoluta. El viento, los arboles, las aves. Como si todo estuviera en su lugar. El lugar que siempre les correspondio. Antes que llegue la mano del hombre con su destruccion. Su locura y su ambicion

Luis Lenes dijo...

Hola Graciela.

Muchas gracias por la visita.
Un gran abrazo.

Luis Lenes dijo...

Hola Gustavo.

Muchas gracias. Un abrazo enorme.